Ha llovido mucho desde entonces, pero todos en la isla recuerdan a José Luis Oltra con un cariño especial. Un cariño que fue capaz de ganarse hablando claro, demostrando su buen corazón y dándolo todo por el equipo y la isla que lo acogió como si fuera propio de ella.

Imagen: La Opinión de Tenerife

Mencionar el nombre del entrenador valenciano nos traslada a una bella época blanquiazul en 2009 cuando un equipo estelar para la segunda división (Aragoneses, Culebras, Ricardo, Alfaro, Nino, Kome…) fue conducido de su mano hasta la máxima categoría del fútbol español. Muchos aún recordamos su «Chicharrero de Corazón» desde el balcón del Cabildo insular en el día después de aquel 13 de junio de 2009 que nos encumbró a lo más alto de Segunda División.

En Primera División siguió demostrando su ilusión por crear buen fútbol y divertir al aficionado. Sin embargo, no se dieron las condiciones suficientes para que el Tenerife mantuviese la categoría y la junta directiva tomó la decisión de prescindir de sus servicios ante la incredulidad del aficionado blanquiazul que quería apostar por la continuidad del valenciano en un proyecto similar al del ascenso.

Su despedida no pudo ser más emotiva:

No hicieron falta más que unas pocas jornadas para que el Heliodoro se diese cuenta de lo que había perdido con la no continuidad del técnico que más tiempo había pasado en el banquillo blanquiazul en las ultimas décadas. La afición era consciente de ello y el estadio coreaba su nombre a medida que nos íbamos a Segunda B sin remedio alguno.

Jamás ha escondido el afecto que le tiene a Tenerife, tanto él personalmente como su familia y en sus mejores momentos en la isla nos ha demostrado su humor y su gran progreso con las palabras autóctonas del archipiélago. Por lo que desde Guachinche Deportivo pensamos que da igual a donde vaya, José Luis Oltra es un tinerfeño más.