Segunda liga consecutiva en la que empezamos de la peor manera posible, pero la diferencia con la anterior es que en la presente ya sabemos lo que pasa cuando no se empieza bien… Imploro a los dioses del fútbol para que estos partidos no nos hagan falta a final de temporada.

Tras una pretemporada irregular, la fe del aficionado chicharrero permaneció intacta, tal como acostumbra. La cifra de unos 9000 abonados, tras los sinsabores de las últimas campañas es buena prueba de ello. Aunque seamos una afición leal, somos también una afición impaciente y exigente, tal como demostraron los pitos al equipo en el partido contra el Albacete. Somos una afición herida, que no terminamos de acostumbrarnos al papel de equipo mediocre de segunda división.

Precisamente, ese espíritu que tiene la afición, es el que carece ( o es lo que demuestra ) el plantel del Tenerife estas primeras jornadas. La mayoría de goles encajados han sido en situaciones irrisorias y de falta de concentración. Falta de garra. Falta de ambición. Me recuerda al Tenerife de hace unos años, recién descendido a segunda B, que era incapaz de mantener la intensidad en el juego más allá de 45 minutos, pero claro, éramos mejores y era segunda B….

Ahora la situación es bien distinta. Este equipo está concebido para luchar por el ascenso, digan lo que digan. Como aficionado al fútbol aún sigo sin comprender como el Girona, un equipito plano y sin patrón de juego claro, nos mete dos goles. Y no solo eso, sino que lleva tres jornadas seguidas ganando. Pero si es verdad que se les advierte lo que nos falta, ambición….. No todo son noticias funestas en la capital tampoco. Vimos a un Jacobo de nivel, me gusta el talento de Guarrotxena, me gusta la entrega de Raúl Cámara y de Aitor Sanz, me gusta el temple de Albizua, y también me gusta ver a mi equipo ganar, pero eso parece ser harina de otro costal.

Tenemos que aprovechar los buenos mimbres que tiene este equipo para hacernos más fuertes. La filosofía de Cervera consiste en preferir acabar con la portería a cero que con algún gol en el casillero. Es totalmente respetable. Pero ahora no está funcionando y es momento de hacer cambios. Ningún futbolista debe pensar que tiene el puesto asegurado por su presencia. Todo ese carácter inflexible que ha sacado a relucir con Aragoneses o Ayoze Díaz debe funcionar ahora para espabilar a una plantilla que parece dormida en los laureles. Por eso, antes de que necesitemos los puntos que perdemos… Tenerife ¡Despierta!