Amanecía en Estados Unidos y todos esperaban una noticia. Se trataba de un secreto a voces, algo que todo aficionado y amante del baloncesto, y más concretamente de la NBA, debería tener marcado en su calendario: El Rey esperaba la llegada de su escudero de lujo, y así fue. Se confirmó la gran noticia.

El Sol comenzó a brillar en norteamérica para dar comienzo al día del que tanto se había hablado. El 23 de agosto de 2014 era la fecha en la que se iba a dar a conocer si los rumores sobre el posible fichaje de Kevin Love por los Cavaliers de LeBron e Irving eran ciertos o se trataba de humo. Todo apuntaba a que sí: El jugador quería optar a un anillo, Cleveland había creado hueco para arropar bien ‘King James’ en su vuelta a casa y Minnesota no parecía que fuera a poder igualar u ofrecer algo que pudiera contentar al ala-pívot. De este modo, fue pan comido para los Ohio convencer al jugador y confirmar, así, la contratación del talentoso ex-compañero de Ricky Rubio en Minnesota.

Es importante añadir antes de centrarnos en el movimiento en sí, la razón por la cual había que esperar hasta esta fecha. Resulta, que la NBA prohíbe la inclusión de jugadores seleccionados en el Draft en cualquier tipo de traspasos antes de este día, así que, inevitablemente se tuvo que hacer oficial muchos días más tarde, a pesar de que parece que el acuerdo estaba más que hecho a principios de este mes de agosto.

Este movimiento de mercado se cerró, finalmente, a tres bandas. Los equipos implicados fueron los ya mencionados Minnesota Timberwolves y Cleveland Cavaliers y, en tercer lugar, Philadelphia 76ers. Los de Minneápolis se desprendieron de su gran estrella y recibieron por parte de Cleveland a dos números 1 de Draft: Andrew Wiggins (2014) y Anthony Bennett (2013); además, la elección que obtengan en 1ª ronda en el próximo Draft ’15; y por parte de los Sixers, obtienen a Thaddeus Young, recambio natural de Kevin Love sobre el parqué y, a cambio, envían hasta Philadelphia al frío escolta ruso, Alexey Shved; al ala-pívot camerunés, Mbah A Moute; y le dan uso a la comentada elección de Draft, es decir, en el año 2015, cuando se celebre la elección de jóvenes, los de Pensilvania podrán elegir cuando sea turno de Cleveland, ya que cedió sus derechos a los Timberwolves, aunque ellos han preferido invertirlo en un proyecto de presente y dar esa posición para cerrar el acuerdo.

Tras una larga espera, todo se ha solucionado. ‘The Quarterback’, como es conocido Kevin Love en la liga, ha logrado subirse al barco a tiempo y poner rumbo a lo que todos esperan que sea un temporada llena de éxitos y unos futuros años maravillosos. Minnesota, mientras tanto, se rejuvenece y aporta al bloque una gran cantidad de savia nueva; lo que esperemos resulte una gran dosis de moral para el equipo comandado por Ricky y puedan lograr ese ansiado puesto en Playoffs al final de la temporada regular. Philadelphia, de momento, parece que tendrá que seguir esperando. El pasado año amagó con salir el Sol gracias a la llegada de Michael Carter-Williams, pero la pérdida de su buque insignia, Evan Turner, a favor de los Indiana Pacers no terminó de ayudar.

Ahora, solo queda terminar de confirmar los últimos flecos y detalles como, por ejemplo, el dorsal que portará Kevin Love con los ‘Cavs‘, ya que su 42 fue retirado en honor a Nate Thurmond, quien aparece en las listas de los mejores pívots defensivos de la historia y que terminó su carrera (75-77) en el equipo de Ohio. Los principales rumores aseguran que el jugador se sentiría identificado con el número 0 de alguna manera, así que iremos viendo qué se confirma.

Con algo de tiempo por delante, el mercado parece que no se moverá de nuevo con tanta fuerza. Así que damos por cerrado el capítulo de grandes traspasos durante este periodo de fichajes de la NBA y esperaremos a ver cuáles son los resultados de los esfuerzos de estos equipos. Aunque lo que está bastante claro, es que los Cavaliers han conseguido lo que se propusieron: ser aspirantes al anillo sin tan siquiera comenzar la temporada. Nace un nuevo ‘Big Three‘.