QUERIDO PIO PIO
Voy a hablarte, sin ánimo de burla, desde el punto de vista de un ‘chicha’ de cuerpo, pero sobre todo de alma. De alguien que antes de ser forofo, es Canario.
No me gustaría resumir el esperpento de ayer enfocando a esa manada de bárbaros que no solo no representan a la UD, sino dudo que sean capaces de representarse a ellos mismos. No merecen más palabras. Para mí, el sentir del verdadero aficionado amarillo lo representa el puñetazo de frustración ( y probablemente algo más) que propina Miguel Ángel Ramirez al banquillo, y el intento de un referente como Valerón de parar a quienes supuestamente lo veneran.
Es muy oportunista achacar estos hechos al ‘vandalismo e incultura’ del aficionado canario o canarión, tal como algún iluminado de los medios ha ido promoviendo. Nada más lejos de la realidad. Éste, amigos, es un hecho que se repite en prácticamente todos los campos al finalizar las temporadas. Las actitudes vandálicas en los campos de fútbol están a la orden del día. Lo de ayer en Gran Canaria es solo un eslabón más que se añade a una cadena de sucesos que no para de aumentar. Obviamente no podemos ponerle un policía a cada aficionado que acude a un estadio. Por que no haría falta tampoco. Éstos hechos que, por desgracia, tienden a ser generalizados hacia toda la afición en general , son obra de los mismos necios de siempre.
Esos necios que tiran una portería en el Bernabéu, que golpean con una muleta a un policía en el Sanchez Pizjuán, que hacen el sonido del mono, que hacen sus necesidades desde los balcones del Heliodoro, que le rompen una ventana a Lussenhoff, que amenazan a los jugadores del valencia en un entrenamiento, y un larguísimo etcétera.. son pura escoria innecesaria. No hace falta irse a otro país para tomar ejemplo. Aquí tenemos de sobra. Acordémonos del señor del bigote que aplaude a Ronaldinho en el Bernabéu, de la afición del Barcelona cantando ‘Atleti, Atleti’ en el último partido de la pasada liga, de la afición de la Real Sociedad coreando al Racing de Santander en un partido de copa, del hermanamiento de las dos aficiones sevillistas tras la muerte de Antonio Puerta, de los aficionados de Las palmas (29,500 personas) que increpaban a los salvajes (500 personas) que estaban arruinando el sueño amarillo, y de otro largo etcétera probablemente más largo que el anterior.
Por eso te digo, querido Pío Pío, que ahora es un momento perfecto para demostrar el verdadero aficionado. Por que 29.500 personas ayer lo demostraron. Por que 500 personas no os representan. Por que hay que actuar con fuerza contra esta gente, no desde el odio, sino desde el ejemplo.
¡¡A seguir intentándolo y nos vemos el año que viene!!
Publicado el 23/06/2014 en Fútbol, Opinión y etiquetado en afición, Córdoba, Fútbol, Las palmas, No nos representan, Salvajes, UD Las Palmas. Guarda el enlace permanente. 1 comentario.
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