Puedo entender que se cuestione el nivel del arbitraje en España, y puedo entender que hay equipos con más o menos suerte de cara a las decisiones, pero no puedo entender que aún se hable del color de los jueces del fútbol. Y menos aún que todos vayan con un equipo.

Atendamos primero a las declaraciones de este ‘iluminado’ periodista: «Los árbitros españoles no son malos, son perversos: saben a lo que van, a que gane el Madrid y pierda el Barça. Es la consecuencia futbolística del centralismo, ellos deben procurar que la metrópoli gane a las colonias. ¿Qué espera el presidente Bartomeu a denunciar oficialmente esta situación? Después de todo, peor ya no nos podrán arbitrar y Florentino se ha quejado incluso de la UEFA»

Y esta es otra perla: «Cada temporada me veo obligado a repetir esta obviedad: que para arbitrar en la Liga Española hay que ser madridista, o acabar en Segunda División. El hecho viene desde mi infancia con el señor Plaza, madridista a macha martillo, autor del lema del Colegio Arbitral que aún campa en esa casa: «Mientras yo sea presidente del Colegio de Árbitros, el Barcelona no ganará la Liga»

Considero que cuando alguien hace unas declaraciones de este calado de incoherencia, de falta de objetividad, y de puro y duro populismo, poco más hay que comentar. Se caen por su propio peso.

Aunque se me tache de iluso, yo confío en la honestidad e imparcialidad del estamento arbitral al menos en España. Bien es cierto que hay obviedades que no se pueden esconder. Es más fácil pitar a favor de equipos grandes (y más aún en su estadio) que a equipos pequeños. Y en España los grandes son, de momento, Barcelona y Real Madrid, por lo que cualquier queja proveniente de este bando, debe ser tomado más como un intento de desestabilizar a su máximo rival que como una verdadera reclamación.

Para errores arbitrales, aquí les dejo uno bien gordo… Precisamente ocasionado por un árbitro español…